PROLOGO
Hola, pues nada, esto que estás leyendo no es un diario propiamente dicho, ni siquiera sabría explicarte como denominar estas palabras. El caso, es que lo que quiero es compartir mis vivencias desde que decidí emprender mi vida laboral fuera de España, exactamente en Libia. De Libia te puedo contar poco. Simplemente lo que he leído en internet, sinceramente tuve que mirar en un mapamundi donde se localizaba geográficamente. E s el tercer país más grande del continente africano, su capital es Trípoli, por el norte esta bañado por el mar Mediterráneo, por el sur hace frontera con Níger y Chad, por el este gran parte con Egipto y en poco territorio con Sudan, y por el oeste es fronterizo con Argelia y con Túnez.
Dejemos la clase de geografía, era por si como yo, no tenias ni puñetera idea de ese país y del gran y desconocido continente africano. Creo, que te estarás dando cuenta por estas líneas, que no soy una persona con estudios superiores, ni periodista ni mucho menos escritor, (¿escritor no es ninguna carrera no?) pues entonces escritor si, y operario de maquinaria pesada, bueno creo que es hora ya de las presentaciones…
Mi nombre es Javier, tengo treinta años, casado y sin hijos. Mi oficio como dije antes, es operario de maquinaria pesada, exactamente moto nivelador. Y decidido emprender esta aventura laboral (más bien me veo obligado a emprender), fuera de España, ya que en mi país la crisis nos ha destrozado, entre nuestra mala cabeza y el espejismo de el consumismo casi gratuito, o por lo menos eso nos hacían creer; casi nos dejo viviendo debajo de un puente, perdimos todo lo que creíamos que era nuestro, gracias a mi familia, que no me cansare de decir que es la mejor del mundo y a esos pocos amigos que presumiré toda mi vida, hoy lo que puedo decir: es que gracias a todos ellos hoy en día soy pobre en bienes, pero rico en amor. Un ejemplo de ello es mi chica, María, ella es la más valiente de los dos, la iréis conociendo más adelante.
Poco mas voy a añadir en este prologo. Espero que os gusten estas historias y que me hagáis compañía desde donde las palabras lleguen. Esto empieza desde el día que casi se va todo a la mierda o por lo menos eso creí.