BUENAS NOTICIAS

22 y 23 de febrero de 2010.
Lunes por la mañana, una llamada me despierta. joder esto va a ser la tónica de mis despertares de los lunes por la mañana. Es de nuevo el hermano de mi cuñado. La piernas me tiemblan tengo miedo de otra mala noticia, o más bien de que mis pesadillas se hagan realidad pero no, es para pedirme mi email, que me van a enviar la propuesta. ¡Bien! Todo sigue adelante, todo ha sido un mal sueño, la ilusión se apodera otra vez de nosotros, ya que no he podido disimular mi entusiasmo pegando botes por toda la casa, y como María no es sorda, ni ciega, intenta no llamar a los loquero ya que tiene a un tío en su casa de 1,70m y 94kg dando saltos en calzoncillos por todo el pasillo. Después de que se me pasara la locura transitoria, se lo pude explicar. Mi idea era quedarme en casa pegado a la pantalla del ordenador esperando el correo, pero para eso tengo a mi pepito grillo con falda, y me convenció de subirnos a Peñalba a pasar el día, ya que no ganábamos nada esperando como tontos delante del ordenador. Pues eso hicimos. Al llegar, nuestros vecinos de la cantina nos invitaron a comer, y como no, se lo conté y me dijeron que esperaban que tuviera suerte y que no me pasara como con la empresa anterior. No hicimos mucha sobremesa, ya que con los nervios no paraba sentado, y como cuando me lo propongo soy muy cansino, y no paraba de decir vámonos ya, pues nada, para abajo se ha dicho, y nos fuimos a casa. Claro que irnos para casa, no me aseguraba que el correo deseado estuviera en la bandeja de entrada y así fue, algún correo del facebook pero nada del que esperaba, pues eso, toda la tarde noche refunfuñando y al final a la cama…
Hoy es martes, he dormido bien, pero me he despertado muy pronto, las nervios supongo; más bien lo afirmo ¡qué coño! he encendido el correo y nada de nada creo que llamare a ver si sabe algo, pero cuando sea más tarde.
Son las dos de la tarde, lo he recibido, no son las condiciones que las malas lenguas siempre presumen, pero estando en las circunstancias que esta hoy el mundo, no son malas. Como podéis intuir ya lo he contestado diciendo que las acepto, con algunas dudas, pero nada importante. Ahora, sí que estoy nervioso, todo parece encarrilarse, jode creo que nos lo merecemos. María y yo solemos decir, que triste alegrarnos de cosas que no son tan buenas, es decir, que ante las circunstancia en las que estamos nos tengamos que alegrar de lo que esto conlleva, ya que esto nos separara dos mese y medio y a mas de 2.000km de distancia, mientras dure este trabajo, pero creemos que este sacrificio será el penúltimo…